El equipo de Margareto, con muchos errores, se vino abajo tras una primera parte equilibrada
CAJASUR CÓRDOBA 34 (15): Torres, Gonzalez, Figueredo (1), Ortega (1), López (6), León, Martín (2), Corning (3), Requena (4), Abad, Morgado (5), Parejas (3), Pavón (2), Gomez (5), Fernández, Moyano (2).
ZAMORA RUTAS DEL VINO 28 (15): Guarido, Lautaro, Aravena (2), Gallego, Fer, Cubillas (1), Sánchez (1), De la Fuente (1), López (5), Garcia, Guille, Horcajada (2), Gonzalez (5), Paez, Sarasola (7), Samudio (4).
Parciales: 1-4, 4-6, 6-6, 8-9, 12-11, 15,15 (descanso) 18-17, 21-18, 25-19, 28-21, 31-24, 34-28.
Árbitros: Nuñez Camacho y Rodríguez Pacheco
Mal partido de un irregular BM Zamora Rutas del Vino que suma su tercera derrota tras un comienzo de Liga condicionado por los dos partidos que tiene aplazados. En esta ocasión a domicilio ante el Cajasur CBM y sin duda mucho más clara y merecida que la penúltima ante Antequera.
Los pupilos de Ricardo Margareto tuvieron una tarde mala en casi todos los aspectos y fruto de sus errores constantes y de las imprecisiones graves acabaron cediendo mucho antes del tramo final.
Pese a que el equipo pistacho no comenzó fino se puso 1-4 muy rápido y jugó con el marcador a favor durante todo el primer cuarto de hora, pero después iría empeorando progresivamente hasta que en el comienzo de la segunda mitad el equipo cordobés, que ya era otro bien distinto al del inicio, comenzó a marcar máximas y decidir el resultado por la vía rápida.
Los errores en la circulación del balón e incluso en las contras, los postes y los dos guardametas titulares, Fernando Torres y Lautaro, fueron los grandes protagonistas de un comienzo de partido plagado de imprecisiones y nervios; den el que, sin embargo, los guerreros de Viriato cobraron ventaja gracias a un primer gol de Ignacio López en segunda oportunidad tras parada del local y un segundo de Cubillas a la contra.
Los cordobeses redujeron distancias con un afortunado “siete metros” de Esteban López, pero su juego ofensivo era un desbarajuste total y sus constantes pérdidas provocaban goles a la carrera fáciles para un Rutas del Vino que también se liaba de manera incomprensible, 1-4 en el minuto 5.
Lo siguiente fue una evitable exclusión a los anfitriones por hacer mal un cambio, pero el Rutas del Vino Zamora perdía el cuero en superioridad y Requena anotaba el segundo gol sin oposición.
Los pistacho se contagiaban, no aprovechaban las facilidades locales y al poco se pasaba a un ajustado 6-6 en el minuto 12 y una remontada con el 7-6 superado el cuarto de hora gracias a un tanto del más incisivo entre los locales, Pavón.
Los zamoranos parecieron entonces aplicarse más en cuestiones defensivas, 8-9, pero ahora ya nada resultaba sencillo y en esa tesitura, los rojinegros se movían mejor: 12-9 a falta de seis para el descanso con un golazo de rosca de un especialista en defensa como Pablo Martín.
No volvió la regularidad en el tramo final del primer tiempo y la falta de consistencia de unos y otros iría alternando al ritmo de un marcador que no pertenecía a nadie, 12-13 a falta de 2 minutos con Sarasola implacable a la hora de definir. Al descanso 15-15.
Aunque a la vuelta de vestuarios Jaime González anotó rápido el primer gol de la segunda parte tras una buena jugada elaborada por todo el colectivo, pero la acción quedaría en hecho aislado porque en los cinco primeros minutos del reinicio se multiplicaron de manera exponencial las pérdidas habidas en ciertas fases de la primera y ahora cordobeses y zamoranos competirían a ver quien la hacía más grave, 17-16.
El enfrentamiento se tensaba cada vez más y el Balonmano Zamora, ante la poca precisión de sus pases, optaban por atacar largo hasta encontrar el camino libre; pero eso tampoco funcionaba ante una defensa 6/0 local mucho más dura que en la primera parte. Y los andaluces volvían a hacer daño, máxima cordobesa con el 21-18 en el minuto 10 y gracias porque, instantes antes, se había visto una parada de Guarido a un “siete metros” local.
El tiempo muerto de Ricardo Margareto debía servir para que el equipo se conjurase en un momento decisivo del choque, pero los de Jesús Escribano estaban crecidos en defensa y no sólo dejaban a su rival otra vez en pasivo pues además aumentaban la renta a un preocupante +5, por lo que Margareto se veía obligado a parar el partido una vez más.
Sarasola salió al rescate con un gol de raza y calidad, pero al poco, el portero Fernando Torres aportaba tres paradas enormes a bocajarro y se veía una nueva ventaja máxima con el 26-19 cuando ya se había superado el cuarto de hora de la segunda parte. Los “viriatos” jugaban contra las cuerdas y eso se notó en su intensidad defensiva pues hasta un peso pesado como Morgado rodaba por el suelo en su lucha por la zona central, pero lo cierto es que el aspecto anímico era cordobés y su portería seguía salvando al equipo en inferioridad. Nueva ventaja máxima con el 28-20 y sirva de resumen que en casi 20 minutos, los zamoranos sólo habían anotado cinco goles.
El tramo final fue un sufrimiento para los pistacho que tan sólo pudieron ya intercambiar goles en la recta final del partido disputado a puerta cerrada por motivos sanitarios. Y aunque el Balonmano Zamora intentó revelarse ante su suerte, las cosas continuaron sin funcionar y el Rutas del Vino no tuvo opciones de puntuar.
Foto y crónica de Área 11 para La Opinión de Zamora
No hay comentarios:
Publicar un comentario