El sábado por la mañana del 17 de diciembre de 2016, en los juegos escolares, balonmano categoría benjamín.
Se enfrentan dos de los equipos de base del Club Balonmano Zamora. Por una parte el Morales del Vino, por otro el CEIP La Candelaria. Sucede un hecho no muy usual en el pabellón de la Universidad Laboral, entrenador del Morales y uno de los jugadores más destacados de la Candelaria y de la categoría, son padre e hijo. Semana previa al duelo muy intensa en la casa familiar.
El partido todo un lujo para los espectadores de ambos equipos (practican un balonmano muy atractivo para la edad tan corta de sus jugadores/as). El partido fue muy deportivo y jugado con gran intensidad. Los chicos/as del Morales fueron superiores en el juego y se llevan la victoria con algo de holgura, bien entrenados y dirigidos por su "entrenador". En el bando opuesto, destaca el "hijo" por su calidad, su entrega, pundonor y sobre todo por compañerismo con el resto de compañeros/as de equipo a los que reparte pases para que intenten meter gol pese a que en algunas ocasiones lo podría haber hecho él mismo.
Con el pitido final, ambos equipos se saludan y felicitan en la pista pero la frustración le impide al niño hacerlo con el entrenador contrario ("padre y enemigo"), no había consuelo para él y el berrinche se apodera del chiquillo. Pasaron algunos minutos y tras una charla entre ambos la sonrisa vuelve a su cara y nos dejan la imagen de la jornada y una muestra más de lo que el balonamno y los valores del Club y familia transmiten día a día.
!Enhorabuena! a los dos.
¡¡¡Enhorabuena a ambos!!!. Gran lección deportiva y de vida. Este hecho subraya la gran familia que es el Club Balonmano Zamora
ResponderEliminarMuchas gracias por este post. Estas situaciones nos ayudan a mejorar en los valores del deporte.
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