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domingo, 25 de marzo de 2018

El MMT Seguros cae derrotado en un igualado derbi ante el Atlético Valladolid como consecuencia de varias decisiones arbitrales y fallos en el tramo final

    Foto cedida por zamora24horas.com

MMT Seguros Zamora 23 (13) - Recoletas At. Valladolid 25 (13).
MMT Seguros Zamora: Ceballos (1), Marc Abalos, Fernando, Ander Iriarte, Peli, Octavio (8), Jortos (6), Carlos Calle (p), Raul, Posado (p), Iñaki, Guille, Mouriño (2), Jaime (1), Cangiani y Adrian (5).
Recoletas At. Valladolid: Javi Diaz (p), Diego Camino (4), Lopez (1), Hector, Garza, Adrian (3), Fernando Herdz , Ruben Rio (1), Cesar Perez (p), Serdio (5), Alvaro, Roberto Perez (3), Viscovich, Serrano (4), M. Camino (1) y Victor (3).
Árbitros: Andres Peñaranda y Jose Antonio Yagüe.
Parciales cada cinco minutos:
2-2, 4-3, 7-5, 9-7, 10-10, 13-13.
16-16, 18-17, 20-19, 20-20, 20-22 y 23-25.
El MMT Seguros cayó ayer por 23-25 en el derbi frente a un Atlético Valladolid que, por primera vez esta temporada, no fue superior al equipo zamorano. Los de Viriato firmaron un gran partido pero, en el tramo decisivo, su rival tuvo más eficacia. El cuadro de Pisonero gozó de más acierto en el desenlace, además de las paradas de un César Pérez que fue protagonista en los últimos arreones de un plantel local herido de muerte en su moral por algunas polémicas decisiones arbitrales.
Impotencia absoluta. Eso debió sentir ayer Eduardo García Valiente cuando sus lágrimas afloraban camino de los vestuarios tras ver perder a su equipo. A un MMT Seguros bravo, luchador, que anuló a base de trabajo su supuesta inferioridad respecto al Atlético Valladolid y que, como consecuencia de los errores arbitrales y los fallos propios de esa losa mental que supone para un jugador verse perjudicado por los colegiados, acabó sin premio. Sin una recompensa que hubiera sido de justicia y que se le niega a los zamoranos desde hace ya varias jornadas frente a un Ángel Nieto abarrotado y cansado ya de ver repetida la misma película. Esa en la que los contactos, los pasos y las sanciones dependen del color de la camiseta o el nombre que se porta en ella.
Comentaba el técnico de los "Guerreros de Viriato" que el MMT Seguros necesitaba realizar el partido perfecto para ganar. Y los suyos no lograron firmar esa rotunda actuación que deseaban. Eso sí, la versión que los pistachos ofrecieron ayer fue lo suficientemente buena para tener atado en corto a un rival que distó de la imagen arrolladora de otros derbis.
El duelo arrancó con gran igualdad tanto en el marcador como en la pista. Con el Atlético Valladolid llevando la iniciativa durante los cinco primeros minutos, los que tardó en toparse con Calle. El meta fue decisivo en la primera mitad para que el MMT Seguros, con Guille de titular, llevara la voz cantante.
Los zamoranos se fueron 5-3 con buenos goles de Adrián Prieto y Mouriño. Lástima que, en los siete metros, Octavio estrellara el primero de los lanzamientos. Eso sí, Jortos estuvo ayer inapelable en dicho apartado, cosa que ayudó en los siguientes minutos.
Con la meta bien defendida, mucha intensidad en la zaga y los extremos buscando las cosquillas al rival, el cuadro de Viriato mantuvo la renta durante los siguientes minutos. Al paso por el primer cuarto de hora, el electrónico reflejaba un 7-5 que permitía soñar a los aficionados pistacho con esa ansiada victoria. Aún así, el Atlético Valladolid nunca perdía el paso gracias al talento de su plantilla.
Dos goles de Octavio elevaban la renta a tres goles pero no tardó en volver a ser de dos goles. Además, La primera exclusión de Mouriño complicaba la vida a un MMT Seguros al que Diego Camino puso en jaque con su entrada en el campo.
Restaban diez minutos y la tensión era máxima. Un escenario en el que, las continuas rotaciones de Pisonero, resultaron útiles. El Atlético Valladolid alcanzó el desenlace del primer acto con más frescura y, unido a algunas pérdidas de los locales, la contienda se igualó a cinco minutos del final (10-10). Un empate que se mantuvo pese a que Octavio trató de tirar del carro por una nueva exclusión señalada sobre Mouriño, al que volvieron a coser en ataque y castigar en defensa.
El 13-13 al paso por vestuarios dejaba las puertas abiertas a una segunda mitad vibrante. Una en la que el MMT Seguros estaba obligado a vaciarse y el Atlético Valladolid a demostrar una superioridad inexistente hasta entonces sobre el 40x20.
La inferioridad sufrida en el tramo final del primer tiempo marcó el inicio de la segunda mitad. El Atlético Valladolid volvió a llevar la iniciativa en el luminoso que, sin embargo, no registró más de un gol de ventaja de los visitantes en el reinicio. Una reanudación en la que Abalós tuvo que dejar la pista durante dos minutos por sanción.
Una vez con todos en pista, el MMT Seguros volvió a ofrecer una sólida versión. Jortos tomó responsabilidad en el lanzamiento y, bien secundado en la primera línea, el partido volvió a estar en manos zamoranas. Pero, esta vez, la renta nunca sería superior a un gol. Y eso marcó el desenlace del choque. Principalmente porque el Atlético Valladolid contó con el empuje de los colegiados justo en el momento que lo necesitó.
Abalós volvió a ser excluido, García Valiente amonestado y Ceballos sufría dos graves faltas sin castigo... La moral del equipo comenzaba a caer en picado. Tal fue la situación que, pese a defender con éxito y mantener el pulso, todos aguardaban a ver cuándo llegaba el lógico zarpazo visitante. Algo que ocurrió cuando, tras empatar en el 40 de juego, el Atlético Valladolid acabó poniendo el 20-21 tres minutos después.
A partir de ahí, el MMT Seguros tiró de casta para no descolgarse ante un rival que encontró en los bloqueos y la permisividad arbitral con Serdio su nicho goleador. La entrega zamorana mantuvo las espadas en alto hasta que restaron dos minutos y el partido se puso al rojo vivo con el 23-24 de Jortos.
En ese momento, con el Atlético Valladolid perdido y en pasivo, la moneda volvió a caer del lado que siempre lo hace en el Ángel Nieto. Restaba un minuto y, en una acción que no debió existir para empezar, Roberto anotó el 23-25 en una carrera que dejan los pasos de Simonet de hace quince días en mera anécdota.
La acción forzó al MMT Seguros a ir a por dos goles a la desesperada y Jortos, en su intento por recortar rápido distancias, se encontró con el pie de César Pérez (que terminó el partido en lugar de un Javi Díaz lejos de su solvencia habitual). Y ahí, se acabó la disputa por los puntos, pero no la tortura zamorana. Quedaba aún tener que aguantar un golpe en la cara a Abalós, en su intento por montar un contragolpe, con la pareja arbitral mirando hacia otro lado (una vez más). No hacía falta descalificar a nadie pues, instantes antes y con el choque resuelto, ya se había excluido sin motivo alguno a un visitante como gesto de buena voluntad hacia los pistacho. Una sanción que, perjudicando al Atlético Valladolid, no fue nada bien recibida por la hinchada local. Una grada que no necesita conocer el reglamento "al dedillo" para percibir la falta de respeto que reciben sus jugadores por parte de los estamentos implicados en la élite nacional. Una liga ASOBAL en la que el MMT Seguros se mantiene fuera del descenso una semana más tras caer también Puerto Sagunto.
Crónica de Carlos Toyos en La Opinión El Correo De Zamora.

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